Nuestro cometido
El éxito de toda sociedad reside en las decisiones basadas en la capacidad de atender a la prosperidad de las generaciones venideras, con todo lo extenso que esta corriente de pensamiento implica.
Poner en consonancia el entorno económico con lo social y lo medioambiental es lo que solemos asociar con las siglas RSC (Responsabilidad Social Corporativa).
Si no se atendiera sobre ello, serían otras de tantas inadvertidas siglas que decoran nuestra vida. Si pasáramos por alto que es el resultado del mejor trabajo en equipo encubierto, engranado y coordinado de manera prácticamente automática con el único nexo de la voluntad de ir más allá del objetivo visible.
La RSC nos pone unas gafas que nos facilitan una nueva forma de mirar las relaciones comerciales y sus desenlaces. Cambia el rol de los participantes, el orden de los factores y sentido mismo de las relaciones.
¿Por qué la RSC es un bien objetivo y global?
- Porque NO deja al azar la corrección de los desajustes que el propio sistema genera como consecuencia de las interacciones que se dan dentro de él.
- Identifica para los clientes los valores y objetivos que ellos mismos ayudan a sostener, si se convierten en usuarios de los bienes y servicios de la “empresa-RSC”. Esto además, no les genera mayores costes ni perjudica sus intereses particulares. Se convierten, por tanto, en partícipes de una mejora global, sólo por realizar su actividad cotidiana de usuarios, generando valor neto dentro de otras realidades.
- No sólo mejora la imagen de marca de la empresa, sino que además hace a la organización más competitiva para cumplir con el nivel de exigencia y seguir manteniendo la generación de recursos que sustenten el compromiso social. Mejores experiencias de usuario serán sinónimo de mejor reputación de mercado, y facilitarán que nuevos clientes accedan a bienes y servicios, contemplando, valorando y apostando por el valor añadido que genera una RSC estructurada.
- Coordina y optimiza la suma de iniciativas individuales, dando sentido a la repetida creencia de que sólo irás más rápido, pero acompañado llegarás más lejos.
- Implica a los integrantes de una organización en fines superiores a los meramente económicos, poniendo en valor la importancia de la existencia de cada uno de ellos como miembros activos del proceso de la generación de un valor añadido.
- Mejora los procesos, el compromiso, respeto y responsabilidad ante las normativas, tanto en el cuidado hacia el exterior, como en el compromiso interno con los integrantes de una organización, facilitando la conciliación familiar, el acceso a productos y servicios sanitarios o de bienestar además de una mejora en la protección durante el desarrollo de las actividades de cada trabajador durante su jornada en su puesto de trabajo.
- Inspira, da transparencia y posiciona a la marca de cara a sus clientes, proveedores y competidores de mercado.
¿Por dónde empezamos?
- Todo tiene que significar algo, hay que evitar los tópicos y “buenismos” que operan como el GPS que nos lleva a ningún sitio, a lo vacío. Es importante conocer el destino, además del camino.
- Huir de objetivos generalistas. La innovación tiene su base en lo conocido, es importante asentar la base de las iniciativas:
- Realidades Sociales
- Realidades medioambientales
- Iniciativas, patrocinios y testimonios.
- Comunicar para no vender, informar para no publicitar.
- No tratemos de hacerlo difícil pudiendo hacerlo sencillo. Las grandes cosas, primero han sido pequeñas. Trabajar sobre los proyectos, dimensionando la inversión de manera coherente, acorde y constante, nos abrirá la puerta de retos de mayor calado, una pequeña mejora “aquí arriba” representa una enorme mejora “allí abajo”.
- Si no se puede, interioricémoslo, busquemos la solución contemplando la dificultad como punto de partida.
Buscaremos los recursos y con nuestra existencia trataremos de ser parte de una gran corriente de mejora iniciada por los que cambian el mundo todos los días sin usar su twitter.
Nos hablamos!!
